Misionero de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos
Lima, Perú
15 de noviembre 2014
Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la
creación
- Marcos 16:15
La enseñanza ecológica de la Biblia es ineludible.
Dios hizo el mundo, porque Dios lo quiso hacer. Dios piensa que el mundo es
bueno y Dios lo ama. Es el mundo de Dios; Dios nunca ha renunciado título a la
misma. Dios nunca ha revocado las condiciones. . . que nos obligan a cuidar de
él. Si Dios ama al mundo, entonces, ¿cómo podría cualquier persona de fe ser
excusado por no amar o cuidar de él? Si Dios ama al mundo, entonces, ¿cómo
podría cualquier persona de fe ser. . . justificado en destruirlo? -
Wendell Berry
Objetivo:
Estas reflexiones buscan identificar algunos
aspectos importantes para leer la Biblia con el fin de abordar a nuestra crisis
ecológica actual. Por favor, sepan
que la Biblia no tiene nada que decir acerca de la "ecología" o el
"medio ambiente" como pensamos acerca de ello en el mundo
contemporáneo. Sin embargo, resulta que la Biblia tiene mucho que decir acerca
de la creación de Dios. A partir de las historias de apertura de la creación en
el Génesis a la visión final de la Nueva Jerusalén en el libro de Apocalipsis,
la Biblia está llena de descripciones y puntos de vista sobre el mundo natural
más grande, el valor atribuido a la naturaleza, la relación de Dios con la
naturaleza, y la relación de la naturaleza con Dios. Tal vez aún más
importante, la Biblia tiene mucho que decir acerca de nuestra relación humana
con el resto de la creación y de nuestra responsabilidad humana de cuidar de la
creación. A menos que veamos que la creación en su conjunto tiene un papel
central en la historia bíblica, no habremos entendido la dinámica de pleno
derecho de esa historia.
Agenda:
• Definir la Eco-Justicia desde una perspectiva
teológica
• Identificar el mayor desafío a la Eco-Justicia que
nos presentan las tradiciones de la Iglesia
• 5 Principios para leer la Biblia desde una
perspectiva Eco-Justicia
• Elaborar Una Nueva Interpretación: 10 temas de la
Biblia desde una perspectiva Eco-Justicia
Definir la Eco-Justicia desde una perspectiva
teológica
La Eco-Justicia no es un solo tema para abordar
entre otros, como la pobreza, la desigualdad, la violencia contra la mujer, el
cambio climático, etc.; sino, es una perspectiva teológica que forma la manera
que abordamos todos estos temas y mas.
También, la Eco-Justicia ofrece una perspectiva en
lo que implica ser un ser humano, ser parte de la creación de Dios, vivir con
amor en todos aspectos de la vida – con Dios, con creación, con la sociedad,
con iglesias y las comunidades, entre familias y amistades.
Identificar el mayor desafío a la Eco-Justicia que
nos presenta la tradición de la Iglesia
El ¨dualismo¨ es el mayor desafío – o sea la gran
mentira – que nos presenta la tradición de la Iglesia frente a los esfuerzos y
movimientos cristianos que buscan y luchan por la paz y la justicia en este
mundo. El dualismo dice que la vida está dividida entre dos áreas, dos esferas,
dos categorías y que siempre debe ser así. Cuales son estas dos áreas? Aquí van
unos ejemplos:
Sagrado v. Secular
Oración v. la Política
Iglesia v el Mundo
Teoría v Practica
Cielo v Tierra
Sagrado v Profano
Personal v Social
Divino v Humano
Santo v Pecador
Dios v Humanidad
Amor v Justicia
Pastor v Profeta
Evangelismo v Acción Social
Espíritu v Carne
Alma v Cuerpo
Ricos v Pobres
Hombre v Mujer
Ciudad v Naturaleza
Aun cuando estas separaciones parecen tener validez,
no nos ayudan. Al contrario, muchas veces no son correctos y peor nos hacen
daño. El propósito del dualismo es dar mas valor a un área que el otro, mas
bien dar superioridad a una categoría a la otra. En este sentido no agregan
significado a la vida, tampoco son herramientas útiles para interpretar la
vida.
El dualismo fue presente en la iglesia antigua a
través de las siguientes creencias:
·
Docetismo: la
creencia que Jesús solo ¨se parecía¨ un ser humano. Este concepto está basado
en una creencia que el cuerpo o la carne es malo y el espíritu es bueno. Si
Jesús fuera todo bueno sería imposible que el tuviera un cuerpo humano.
·
Gnosticismo: la
creencia que la salvación es obtenido por el rechazo del mundo.
El dualismo se presente en la iglesia hoy en día a
través de las siguientes creencias entre otras:
·
Predestinación: La
creencia de que hay 2 pueblos – ellos que son elegidos por Dios y ellos que no
son elegidos por Dios. El asunto de la salvación es enfocado exclusivamente en
los seres humanos. El ser humano tiene alma; la naturaleza no. Y quienes son
los elegidos? En algunos círculos los elegidos son los ricos – ellos que actúan
por invertir su dinero y hacer capital. Es decir que los elegidos forman el
sistema económico que existe hoy en día. En este sentido los ricos son
superiores a los demás. En cuanto a la naturaleza? El medio ambiente está
considerado como un recurso para explotar. En este sentido el ser humano domina
el medio ambiente. Como se puede ver, el dualismo nos hace llegar a una
relación de separación entre el ser humano y la naturaleza. Así un cristiano
puede justificar su explotación y destrucción de la creación de Dios.
Entonces, donde empezamos para entender de nuevo
nuestro papel como cristianos y en relación de la naturaleza que nos ayuda
enfrentar toda la destrucción en el mundo.
5 Principios para leer la Biblia desde una
perspectiva Eco-Justicia
1. Observe lo mucho que Dios valora toda la
naturaleza a lo largo de todas las partes de la Biblia, en las
historias de la creación, en el reglamento del sábado, en los Salmos (por
ejemplo, 104), en los profetas (como Isaías y Jeremías), en Proverbios, Job, y
Eclesiastés, en las enseñanzas de Jesús, en la carta de Pablo a los Romanos, y
en el libro de Apocalipsis.
2. Lea atentamente las historias de la
creación y otros pasajes de la Biblia que muestran las formas en
que los seres humanos deben cuidar de la creación – tomar
responsabilidad, servir a la tierra, y preservarla. La Biblia presenta el
cuidado de la creación como nuestra vocación humana fundamental.
3. Observa cuan integrado es la justicia
humana con el estado de la naturaleza: en la historia de Noé, en el
reglamento del sábado, en los profetas, y en el libro de Apocalipsis. Cuando
hay injusticia entre la gente, la tierra y los cultivos se marchitan.
4. Al leer, dar voz a los aspectos de la
naturaleza presentes allí. Identificar con la naturaleza, sentir empatía
con la naturaleza, y celebrar con la naturaleza.
5. En pasajes donde el resto de la naturaleza
es objeto de malos tratos en las historias bíblicas, leer a contrapelo de estas
historias a la luz de otros pasajes bíblicos y más fundamentales que
muestran un profundo compromiso con el cuidado de la creación, así como
nosotros ponemos los pasajes bíblicos de la violencia en contexto por
criticarlos a la luz de los principios bíblicos generales del amor y la
justicia.
Elaborar Una Nueva Interpretación: 10 Temas de
Eco-Justicia en la Biblia
UNO: Los seres humanos pertenecen a la Tierra
Las historias de la creación hacen que sea muy claro
que los seres humanos se deben a la Tierra y se incrustan en este mundo.
¨Dios hizo subir el agua para regar toda la
superficie del suelo…Entonces Dios formó al hombre (adán) con polvo de la
tierra; luego sopló en su nariz en aliento de vida, y el hombre (adán) tuvo
aliento y vida….Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles…¨ (Génesis 2:6-9)
Estamos enraizados en la tierra como los árboles
tienen sus raíces en la tierra. Y nosotros dependemos de la tierra tanto como
los animales dependen de la tierra. Adán fue hecho del polvo de la tierra. El
nombre de Adán es la forma masculina de
la palabra hebreo ¨adamah¨, que significa literalmente "tierra" o
"tierra cultivable." Así que Adam es un "hombre de la
tierra", que pertenece a la tierra y que es el responsable de la tierra.
Polvo somos y al polvo volveremos. Si hubiéramos traducido tradicionalmente el
nombre del primer hombre, literalmente, como "Hombre-Tierra" o
"Hombre-Suelo" o incluso "Granjero", nuestro entendimiento
común de los seres humanos y su relación con la Tierra podría ser muy diferente
de lo que es.
No sólo eso, la tierra fue instrumental en traer
adelante otras criaturas así, como cuando Dios dijo: "Que la tierra
produzca vegetación. . . . Y así fue¨. Y ¨Que la tierra produzca seres
vivientes de todo tipo. . . . Y así fue "(Génesis 1: 11-12). Como tal,
la Tierra es un co-creador con Dios en dar a luz las plantas y los animales. De
igual manera que las plantas y los animales, Adán vino del polvo de la tierra.
En la comprensión bíblica, hay una fuente común de la vida - la buena tierra y
el aliento de Dios.
Nosotros los seres humanos tenemos un problema
espiritual en nuestra relación con la Tierra. Tenemos tendencia de pensar que
vivimos en la Tierra en lugar de que estamos inmersos en ella. Con nuestra
civilización y el mundo hecho por el hombre, estamos separados artificialmente
a partir de la tierra y de gran parte de la naturaleza, y de las fuentes de
nuestra comida. Tome en cuenta aquí en la ciudad cómo podríamos pasar meses
moviéndonos de la casa a la calle, de la calle a la combi, de la combi a la
oficina o a la universidad o al colegio y a la tienda o al centro comercial o
al cine, etc. sin poner un pie en el suelo directamente. Sin embargo, somos
dependientes de la Tierra en formas que rara vez pensamos - en el sol, el aire,
los árboles, los escarabajos, los campos, los cultivos, el agua dulce, y mucho
mas. De hecho se requiere el conjunto de la Tierra para criar un solo humano.
Espiritualmente, tenemos que volver a enraizarnos a nosotros mismos en la
Tierra y regresar a nuestro sentido de parentesco con los animales y las
plantas, todos los cuales, en la imagen bíblica, han surgido comúnmente desde
la Tierra.
DOS: La creación no se formó solo para los seres
humanos.
Tendemos a pensar que Dios creó la vida para el
beneficio de los seres humanos. Pensamos en todo lo demás en la vida como
nuestro entorno que existe para servirnos. Pero ¿por qué no pensar en nosotros
mismos como parte del medio ambiente, relacionados entre sí, con todas las
plantas y animales? ¿Cómo podríamos actuar si supiéramos que el bienestar de
otras especies depende de la forma en que funcionamos como parte de su entorno?
En los relatos bíblicos, Dios llamó a la creación
"bueno", incluso antes de que los seres humanos fueron creados.
Después del tercer día, Dios llamó a las plantas y los árboles
"bueno." Después del cuarto día, Dios llamó el sol y la luna
"bueno." Después del quinto día y sexto día, Dios llamó a las
criaturas animales de aire, mar y tierra "bueno". Por último, "Dios
vio que todo cuanto había hecho era muy bueno." (Génesis 1: 1-31).
Desde un punto de vista científico, la vida surgió
en un período de miles de millones de años. Dios estaba creando y amando todas
las plantas y animales durante miles de millones de años antes que los humanos
evolucionaron. Dios se agradó de la vida y la consideró como "bueno"
mucho antes de que seres humanos surgieron. Sin embargo, los seres humanos
aparecemos en los últimos minutos y pensamos que todo se trata de nosotros!
Además, hay especies de plantas y animales en la profundidad del mar y el interior
de la selva y en vastas zonas del desierto sobre cual los humanos saben
absolutamente nada. Piense acerca de cómo Dios ha relacionado con todas estas
criaturas de la naturaleza durante tanto tiempo y con frecuencia y de manera
¨oculta¨ totalmente aparte de los seres humanos. ¿Podemos llegar a ver toda la
vida como el bien, para valorarlo, para deleite en él, y amarlo, como lo hace
Dios? Eso es lo que la Biblia nos llama a hacer.
TRES: Dios quiere que prosperen todas las criaturas.
Tenemos la tendencia de leer Génesis como si Dios
dijo sólo a las personas: (Génesis 1:22; 8:17) "Crezcan, multiplíquense
y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra".
No, Dios dijo igual a los peces y a las aves. Dios quiere que prosperen todas
las criaturas.
Para los peces y las aves, Dios dijo: "Crezcan,
multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves
sobre la tierra" (Génesis 1:22; compare después del diluvio 8:17). Y a los
seres humanos, Dios dijo: " Crezcan, multiplíquense y llenad la
tierra." (1:28). Dios dio a los seres humanos "cada árbol con
semillas en sus frutos" para la comida. Para los animales y aves Dios les
dio "toda planta verde para alimento." (1: 29-30).
En cuanto a los seres humanos, ya hemos multiplicado
y llenado la Tierra hasta el punto donde la población humana está ejerciendo
presión sobre casi todas las especies de cada ecosistema vegetal y animal. En
muchos lugares, al menos desde el punto de vista de los animales y las plantas,
los humanos somos semejantes a una especie invasora que se hace cargo y amenaza
toda otra forma de vida. Nuestro papel que nos
corresponde como seres humanos es vernos a nosotros mismos como parte de
los más grandes ecosistemas en las que nos encontramos y comportamos de maneras
que permitan a toda la vida en nuestro alrededor prosperar - para que los otros
elementos de la creación de Dios puedan multiplicarse y llenar la tierra y
florezcan como Dios quiere.
Uno de los problemas es que los seres humanos
tenemos poco sentido de límites a nosotros mismos, nuestra actividad y nuestros
productos humanos. Creemos que la Tierra tiene recursos ilimitados, que no hay
espacio ilimitado en la tierra y el mar para la basura, y que no hay espacio
ilimitado en el aire por las emisiones contaminantes. Estamos llamados a poner
límites a las actividades humanas con el fin de minimizar nuestro impacto sobre
la Tierra, un impacto que evita que las plantas y los animales pueden
prosperar, o incluso sobrevivir.
CUATRO: Los seres humanos fueron creados para
hacerse cargo de la Tierra jardín que Dios había creado – para servirla y
preservarla.
Esta es la parte crítica. Según la Biblia, ¿cuál es
el papel de los seres humanos en la creación? La palabra clave es
"dominio". Hemos interpretado mal esta palabra en el sentido de que
los seres humanos tienen derecho a dominar y, por tanto, usar, abusar y
explotar el resto de la creación para nuestro propio uso. Este entendimiento ha
tenido un impacto trágico en nuestra vida común. Se nos ha dado la autorización
para hacer casi cualquier cosa que queremos hacer a la naturaleza, sin límites,
para el beneficio humano y para el placer humano.
“Que tenga dominio sobre los peces del mar y
sobre las aves del cielo, sobre los animales del camp, las fieras salvajes y
los reptiles que se arrastran por el suelo.” (Génesis 1:26).
El mandato bíblico para los seres humanos es tener
el dominio no dominación. El mandamiento de "someter" la tierra
(Génesis 1:28) se refiere a un momento en que la vida humana era especialmente
frágil ante las amenazas de serpientes y animales salvajes. Como tal, Dios
estaba dando instrucciones para que los humanos "someter", es decir,
ser capaz de frenar lo que traería daño. La palabra hebrea para "dominio"
no significa dominación o explotación. Más bien, significa "asumir la
responsabilidad de" y "proteger" la Tierra como un dominio de la
cual los seres humanos son responsables. Un gobernante que tenía dominio sobre
Israel fue esperado por la población de ser como un pastor que cuida y proteja
a las ovejas -- el fue esperado de
asumir la responsabilidad de las personas en su reino, no tiranizar o
explotarlos, pero al ver que las personas estaban protegidos y que a justicia
fue hecho por los pobres, las viudas y los huérfanos. Como tal, "tener
dominio sobre todas las criaturas" significa que los seres humanos tienen
la responsabilidad de cuidar de la buena
creación de Dios.
Las palabras de la segunda historia de la creación
hacen de este entendimiento de "dominio" muy claro.
“Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del
Edén para que lo cultivara y lo cuidara.¨ (Génesis 2:15).
Aquí la vocación humana tiene sus raíces en el
mandato (tradicionalmente traducido) "para que lo cultivara y lo
cuidara" (Génesis 2:15). Ahora sabemos que las palabras de
"cultivar" y "cuidar" están más fielmente traducida como
"servir¨ y "preservar." La palabra para "servir" aquí
es la palabra usada para los funcionarios de un maestro, de un rey o de un
sacerdote . Los seres humanos están para servir a la tierra, no dominar sobre
él. Esto invierte por completo y da un vuelco el malentendido de
"dominio" como "la dominación." En lugar de estar en una
posición jerárquica "sobre" la Tierra, el ser humano se coloca en una
posición de subordinación con el fin de utilizar nuestro poder para cuidar el
bienestar de todo lo que Dios ha creado. Y estamos para preservar las criaturas
y plantas para que sobrevivan y prosperen. En cierto sentido todos nosotros
debemos ser como los agricultores, llamados a cuidar de la tierra y cuidarla de
una manera sostenible para las generaciones futuras. Como estamos llamados por
la Escritura de ser guardianes de nuestros hermanos y hermanas, también estamos
llamados por la Escritura de ser guardianes de la Tierra. Estamos llamados a
cultivar la tierra para ayudar a la tierra en cumplir su papel dado por Dios de
traer las plantas y los animales. Es por eso que Dios creó a los seres humanos
en la imagen de Dios para cuidar de la
creación como agentes de Dios, para que la tierra, todas las plantas y todos
los animales puedan florecer!
Vemos la naturaleza como una responsabilidad de
cuidar de la creación en las historias de la Biblia que siguen, como la
historia de Noé de preservar todas las especies de la inundación. Y lo vemos en
las tradiciones bíblicas posteriores, tales como las leyes sabáticas que dan
descanso a los animales en el séptimo día y manda que la tierra debe estar en
barbecho en el séptimo año. Este mandato de servir a la Tierra se ve reforzada
por la enseñanza de Jesús, que dice que nuestra postura ética en la vida es una
de servicio.
“el que quiera ser el más importante entre
ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, se
hará esclavo de todos. Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser
servido, sino para servir…¨ (Marcos10:43-45).
A pesar de que esta enseñanza se centra en las
relaciones entre los seres humanos, se hace eco de la orden "servir y
preservar" y por lo tanto representa el enfoque que los seres humanos
deben tomar en relación a toda la vida. Esta vocación de cuidar de la Tierra es
fundamental para lo que significa ser humano. Hemos perdido este sentido de
relación con la Tierra. Como seres humanos – individualmente y colectivamente -
somos llamados ahora a renovar esta vocación y descubrir lo que significa esta
vocación para el siglo XXI.
CINCO: Toda la vida es sacramental.
“La gloria de Dios llena la tierra toda” (Isaías
6:3).
Las Escrituras dejan claro que Dios no creó el mundo
y luego se retiro de él. Así como Dios sigue viviendo, moviéndose y
manifestándose en los seres humanos, por lo tanto Dios está presente en toda la
vida. Toda la tierra está llena de la gloria de Dios! Es decir, toda la vida es
sacramental.
El punto es que todo de la vida debe ser tratado con
reverencia. La reverencia no es un rasgo que hemos cultivado en el Occidente.
Nos fijamos en el resto de la naturaleza y vemos los recursos a ser
aprovechados, materiales a utilizar, lugares para explotar, y las oportunidades
para el desarrollo humano. El resto de la vida se trata como si estuviera hecha
de cosas sin vida y sin misterio y carente de la gloria de Dios. ¿Y si
empezamos con reverencia por todas las cosas y luego hacemos uso sólo de lo que
necesitamos, tratando a los animales, las plantas y la tierra con respeto, y
deleitarnos con todo? La reverencia es la base ideal para su uso. Si tenemos
los ojos para ver la gloria de Dios en todas partes, tal vez nuestro
agradecimiento por la santidad de la vida nos llevará a vivir en formas que
sean sostenibles para toda la creación.
SEIS: Al igual que con los seres humanos, toda la
creación está llamada a alabar a Dios.
Nuestra solidaridad con el resto de la creación no
se detiene con un sentido de parentesco con la creación o incluso con nuestra
reverencia por la vida. Nosotros, los seres humanos están llamados no sólo para
agradecer a Dios por la creación, sino para alabar a Dios con la creación.
Debemos saber que la creación también está alabando a Dios. Imagínese cómo
nuestra adoración podría cambiar si alabamos a Dios con la creación!
“Alabe al Señor todo ser que respira!” (Salmo
150:6).
Una de las cosas más sorprendentes acerca de la
comprensión bíblica de la naturaleza es que toda la creación se ordenó a adorar
a Dios. Esto no significa que cada uno de los animales y las plantas y la
tierra y el mar tienen sonidos especiales para hacerlo. No, significa que estas
cosas creadas alaban a Dios por hacer lo que fueron creados para ser y hacer.
Esto se puede ver en muchos pasajes de la Biblia, incluyendo éste de Crónicas.
“Den gloria a su santo Nombre. Ofrézcanle sacrificios,
entren en su Templo. Póstrense ante él con vestidos sagrados. Que la tierra
entera se estremezca ante él: el mundo ahora no se conmoverá. Haya júbilo en el
cielo y en la tierra; digan entre las naciones: El Señor reina. Que resuene el
mar y cuanto lo llena. Alégrese el campo y todo lo que en él vive. Y salten de
gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene para
juzgar a la tierra. Alaben al Señor porque es bueno.” (I Crónicas 16:29-34)
Una de las maneras de entender el impacto de la
degradación de nuestra Tierra y sus sistemas, nuestra contaminación de tierra,
mar y aire, y nuestra amenaza para las especies de animales y plantas es darse
cuenta de que estamos disminuyendo así su capacidad para alabar a Dios. Al
tratar de restaurar la Tierra y rescatar a las especies en peligro de
extinción, estamos mejorando su adoración colectiva de su creador, ya que son
capaces de prosperar y disfrutar de estar vivo.
“Que la gloria del Señor dure por siempre y en sus
obras el Señor se regocije! ” (Salmo 104:31).
No sólo puede disminuir la capacidad de la Tierra
para alabar a Dios, sino que también, al degradar la creación, podemos
disminuir la capacidad de Dios para deleitar en la creación. Si tenemos un Dios
que sufre con nosotros, tal como muestra la crucifixión, entonces podemos estar
aumentando la empatía al sufrimiento de Dios con la Tierra por nuestra
imprudencia y formas caprichosamente destructiva. Cuando nos deleitamos en la
creación y cuidado de ella, magnificamos la alegría de Dios en el florecimiento
de la vida.
SIETE: Los libros bíblicos de la sabiduría nos
muestran que los seres humanos aprenden de la creación.
Los antiguos aprendieron mucho sobre la vida y sobre
Dios mediante el estudio de la naturaleza. En este pasaje, los animales van a
enseñar la presencia de Dios en toda la creación.
“Quieres preguntárselo a las bestias? Te instruirán.
Pregúntaselo a las aves del cielo, te lo dirán. Los que se arrastran por el
suelo te lo enseñarán y los peces del mar te darán los detalles.¨ (Job
12:7-10).
Considere las imágenes de la naturaleza a lo largo
de Génesis, los Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Job, los profetas, el Sermón
de la Montaña, la carta de Santiago, el libro de Apocalipsis. Los escritores de
la Biblia eran personas que vivían cerca de la naturaleza y que sabían que
pertenecía a Dios y tenía lecciones que enseñarnos.
Muchos grupos indígenas que viven cerca de la tierra
disciernen mucha sabiduría al notar las formas de los animales y aprenden los
poderes curativos de las plantas. Podemos aprender de los animales cómo ser más
humanos. Si queremos dejar de pensar en nosotros mismos como tan superior y
dejar de pensar que no hay nada de valor de aprender de las otras criaturas de
Dios, tal vez en nuestra humildad podríamos encontrar la sabiduría para vivir
mejor y tener vidas más saludables.
La sabiduría literatura - Proverbios, los Salmos y
Job especialmente – nos muestran que la naturaleza nos revela los caminos de
Dios en el mundo. Hemos perdido una conexión con la naturaleza, una pérdida que
nos impide ser estudiantes. Afortunadamente, hay poetas y escritores que nos
ayudan a ver la vida de maneras que transforman nuestra relación con el resto
de la creación contemporánea.
OCHO: Justicia para los seres humanos tiene que ver
con la justicia hacia la Tierra.
Para la Biblia, la creación es un mundo. Los seres
humanos y el resto de la naturaleza están íntimamente unidos entre sí como
parte de una realidad con una relación común con Dios. Por lo tanto, cuando los
seres humanos prosperan en la paz y la justicia, también la tierra florece con
las uvas y los granos. Por otro lado, cuando hay violencia y la injusticia, la
tierra languidece.
“Yo soy quien los condujo al jardín de la tierra
para que gozaran sus bienes y comieran los mejores frutos. Pero apenas llegaron
a mi país, lo profanaron, y mancharon mi herencia.¨ (Jeremías 2:7).
“La tierra está de duelo y se seca, el mundo está
agotado y decae, el cielo y la tierra se debilitan. La tierra ha sido profanada
por lo pies de sus habitantes que pasaron por alto las leyes, violaron los
mandamientos y no cumplieron el contrato eterno. Por eso, la maldición ha
devorado la tierra por culpa de sus habitantes; por eso, se han ido muriendo y
sólo quedan unos pocos. El vino se ha terminado, la viña se ha secado, todos
los que tenían el corazón alegre andan ahora tristes. (Isaías 24:4-7)
Hoy en día se habla de "justicia
ecológica," la relación entre la forma en que tratamos la naturaleza y el
impacto que nuestro maltrato de la naturaleza tiene en los seres humanos,
especialmente los países vulnerables y subdesarrollados. Hablamos de
"racismo ambiental" para describir las formas en que las
consecuencias de nuestra degradación ambiental caen desordenadamente sobre la gente
de color. Vemos la forma en que los gobiernos y las industrias explotarán las
personas y la tierra. Es por esto que es importante contar con la opción de
comprar productos de comercio justo, los productos cultivados en condiciones
que respeten los seres humanos y el medio ambiente. Dado la naturaleza de la
vocación bíblica y la interrelación de la justicia humana y el cuidado de la
Tierra, es correcto ver nuestro papel de esta manera: "amar a Dios, amar
al prójimo, cuidar de la creación."
NUEVE: Toda la creación está pidiendo a gritos.
Pablo reconoció el grito de la naturaleza en
respuesta a los crímenes humanos en contra de ella, hizo evidente por la
injusticia humana y por los estragos amontonados en el mundo natural, en el
tiempo de Pablo por las conquistas y hazañas del Imperio Romano. Toda la
naturaleza, él declara, anhela la manifestación de los hijos de Dios que va a
cuidar de la creación y liberarla de la degradación y la decadencia.
“El universo está inquieto, pues quiere ver lo
que verdaderamente son los hijos e hijas de Dios. Pues si la creación está
sometida a lo efímero, no es cosa suya, sino
aquel que le impuso este destino. Pero le queda la esperanza; porque el
mundo creado también dejará de trabajar par el polvo, y compartirá la libertad
y la gloria de los hijos de Dios. Vemos que la creación entera gime y sufre
dolores de parto. Y también nosotros, aunque ya tengamos el Espíritu como un
anticipo de lo que hemos de recibir, gemimos en nuestro interior mientras
esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo. (Romanos 8:19-23).
Lee la Biblia con nuevos ojos y ver todos los
lugares donde la creación / naturaleza está presente y donde se está sufriendo
y gimiendo. Tratar de responder con la empatía de Pablo y la compasión de Dios
por esta creación que sufre. Conviértase en los hijos de Dios que traerá
esperanza y restauración de la creación.
DIEZ: Jesús murió por toda la creación.
No sólo la vida y el mensaje de Jesús, sino también
su muerte fue para la restauración de toda la creación. El autor de Colosenses
escribe.
“Dios quiso que ¨el todo¨ se encontrara en él y
gracias a él fuera reconciliado con Dios, porque la sangre de su cruz ha
restablecido la paz tanto sobre la tierra como en el mundo de arriba. ”
(Colosenses 1:19-20).
Se cuenta la historia de una congregación en África
que tiene la siguiente llamada y respuesta. El líder dice: ¿Qué hizo que
solíamos creer? Y la gente dice,
"Que Jesús murió por nuestros pecados!" Y
"¿Y qué creen ahora?", el líder continúa. Y la gente dice, "Que
Jesús murió por toda la creación!" Esta es la afirmación de los materiales
bíblicos que necesitamos aclamar para que podamos responder a los desafíos de
nuestro tiempo. Necesitamos la afirmación de ver que Dios y Jesús están comprometidos
con esta vida, que tratan de reconciliar todo en la vida, y que nos llaman a
vivir de una manera que restauran en lugar de destruir la creación.
CONCLUSION: Nuestra motivación es el amor.
Los materiales bíblicos hacen que sea muy claro que
nuestra motivación para el cuidado de la creación tiene sus raíces en el amor
de Dios. No debemos actuar en base de la culpa o la vergüenza o el miedo o la
ira. Estas no son las motivaciones adecuadas para nuestro trabajo de
restauración, y no nos van a sostener. Más bien debemos actuar en base de la
gracia en respuesta a la gracia de Dios, por amor en respuesta al amor de Dios,
por gratitud en respuesta al don de la vida de Dios.
“Amen a sus enemigos y recen por sus
perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos.
Porque él hace brillar su sol sobre malos y Buenos, y envía la lluvia sobre
justos y pecadores.¨” (Mateo 5:44-45).
“Amemos, pues, ya que él nos amó primero.” (1
John 4:19)
Por otra parte, no debemos actuar por el deber de la
ley o el deseo de justificarnos ante Dios. Este enfoque sólo nos convierte en
la policía ambiental, tratando de ver quién supera a la otra en el compromiso
ambiental, lo que resulta en una especie de "corrección ambiental".
Por el contrario, estamos llamados a actuar en la libertad y la gracia y la
alegría.
“Ustedes, que se ganan méritos con las
observancias de la Ley, se han desligado de Cristo y se han apartado de la
gracia.” (Gálatas 5:4).
“Les ruego, pues, hermanos, por la gran ternura
de Dios, que le ofrezcan su propia persona como un sacrificio vivo y santo
capaz de agradarle; este culto conviene a criaturas que tienen juicio. (Romanos 12:1)
Cuando actuamos por amor, nuestro amor por la
creación reflejará el amor que Dios tiene para la creación. Si vamos a actuar
como agentes de Dios en el cuidado de la creación, vamos a reflejar el amor y
la alegría que Dios tiene para la creación. No vamos a salvar lo que no amamos.
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