30 de octubre de 2014

Cristianos por la dignidad

Somos una iglesia cristiana que apuesta por la dignidad humana o una iglesia indiferente al dolor y la necesidad más sentida de las personas; somos un claustro de “santos” o somos santos llevando dignidad”.

Por: Arturo Canaval B.

Recuerdo un día en la ciudad de Lima como en muchas ciudades latinoamericanas que subió un niño al bus, de unos 8 a 10 años aproximadamente y contó que trabajaba en la mañana porque estudiaba en la tarde y su mamá lavaba ropa, así que él para ayudar con la leche de su hermanita vendía caramelos, cuando pasaba por los asientos un señor le dio una moneda y le dijo no me des los caramelos,  lo sorprendente fue la reacción del menor quien le dijo: ¡No, señor, valore mi trabajo! Tomo cinco caramelos y se los puso en la mano y continuó vendiendo.

10 de octubre de 2014

El pan y la Palabra

LAS BASES DE LA LITURGIA CRISTIANA


Desde los tiempos veterotestamentarios, la espiritualidad se estructura sobre dos planos que se conjugan en una intersección harmónica; una que podemos llamar vertical, y otra horizontal.
Expresado en un lenguaje más concreto, lo que es propio de la cultura semita, podemos hablar de una “espiritualidad-del-pan-y-de-la-palabra”.  El pan, como representativo de toda materialidad y la palabra, como un todo que le otorga sentido a la materialidad.

La materialidad es sintetizada en el alimento y la subjetividad en la palabra. Consideremos que, en la narrativa de la caída, el quiebre de la comunión con Dios implicó comer el fruto prohibido y la consecuencia de la desobediencia previa: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19). 

3 de octubre de 2014

LOS EVANGÉLICOS EN LA ESFERA PÚBLICA EN AMÉRICA LATINA

Una interpretación desde la historia de las ideas protestantes

Por: Tomás Gutiérrez Sánchez

Uno de los motivos para escribir este ensayo es contemplar en la vida diaria los grandes desafíos que presentan las sociedades latinoamericanas al Estado y a las instituciones civiles, en especial al cristianismo evangélico. Los temas de corrupción de los altos funcionarios, la falta de ética pública, la violencia que sufren las mujeres en la vida doméstica, el trabajo y el propio Estado, la discriminación social de los sectores vulnerables de nuestra sociedad, la mala distribución de la riqueza, las inadecuadas políticas públicas al desarrollar el Estado un rol asistencialista más que de hacer cambios estructurales, entre otros asuntos, es lo que contemplamos diariamente en nuestras sociedades. 
La crisis económica que pesa sobre algunos países de la región, sobre todo por asumir políticas de Estado inadecuadas, culmina quebrantando el orden democrático; esta situación requiere una lectura por parte de nuestros teólogos y cientistas sociales. En tal sentido, bien hace la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL) al convocar una consulta para entender estos temas y aportar desde el rol que viene cumpliendo en estos cuarenta años de existencia. Leer los tiempos actuales y dar respuestas desde nuestra fe evangélica a los desafíos que se nos presenta, ha sido siempre su quehacer misiológico.

1 de octubre de 2014

Reacción a la ponencia de Mark Wethington, Ph.D.

“Visión Bíblica de Wesley y su contribución a la Misión de la Iglesia” – 08 de setiembre 2014

Dra. Luzmila Quezada

Mi agradecimiento al Instituto de Estudios Wesleyanos y a la E-Comunidad Wesleyana para las Américas,  por invitarme a ser parte de esta mesa para comentar  sobre la  ponencia de Mark Wethington: “Visión Bíblica de Wesley y su contribución a la Misión de la Iglesia”.
Siempre es grato leer y escuchar la valiosa herencia doctrinal y espiritual de la tradición wesleyana porque nos invita a reflexionar,  innovar  y resignificar la fuerza profética de su legado para las iglesias de hoy.  No queremos  quedarnos fosilizados en el pasado,  sino reflexionar  sobre  nuestra acción pastoral  presente y  el compromiso con un proyecto histórico. Veamos su sustancial aporte:

Criterio de una adoración en libertad

Hace poco una joven metodista me relató que tiempo atrás ella había estado en una actividad distrital.  Parte de la actividad fue un culto entre varias congregaciones, el cual tuvo lugar en una congregación más dada a un culto "activo" (léase semi-pentecostal).  Mi amiga, criada en una iglesia que mezcla el culto tradicional con el contemporáneo, estaba disfrutando del culto, cantando y aplaudiendo con los demás.  Pero llegó un momento cuando los lideres del culto insistían en que los presentes gritaran, dieran vueltas, y aplaudieran ad nauseam el nombre del Señor.  Mi amiga, inteligente y pensadora, se incomodó un poco ante tanta insistencia, pero no dijo nada y simplemente se mantuvo con su participación más "limitada" en el culto.  Después, otra joven se le acercó, y con una actitud mitad regaño mitad preocupación, le preguntó por qué no había participado como los demás, como los lideres mandaban.  Culminó su argumento diciendo, "es que hay ciertas personas con un bloqueo espiritual, un peso encima, y hasta que el Espíritu venga sobre ellos, no pueden gozar, brincar, y adorar como los hermanos 'libres.'"